PISCICULTURA COMO EMPRENDIMIENTO

Uno de los negocios entorno a la vida agraria que está surgiendo en la actualidad es la piscicultura. Y es que cada vez más personas están recurriendo a la pesca por su proteína y por ser baja en colesterol. Para emprender en este tipo de negocios, además, hacen falta pocas cosas, aunque esenciales. Todo lo que necesitas es, en primer lugar, un espacio, y en él construir tanques. Luego compras los huevos del tipo de pez que resulte más rentable con respecto a la competencia y el ambiente en el que lo vas a trabajar y, posteriormente, esperar que crezcan.
Por supuesto, como pasa con otros negocios de agricultura, es importante que te informes bien sobre el tipo de pez a escoger y cómo sacarle el máximo provecho. Además, es fundamental que cuentes con los implementos necesarios y el material suficiente. Ahora bien, si sigues estos consejos y te informas adecuadamente, entonces ya estarás un buen trecho adelante.
Debido a que cada día la actividad acuícola está adquiriendo una mayor importancia y existen más emprendedores interesados en incursionar en el cultivo de organismos acuáticos, en muchas ocasiones recibimos consultas sobre como iniciarse en la piscicultura.
Pasos a seguir:
1. Identificar un mercado: Aun cuando todos los emprendedores conocen la importancia de conocer el mercado, es común encontrarse con productores que incursionan en la piscicultura sin haber evaluado antes si existe una demanda para su producción.
Lo primero que debe hacer un productor es conocer el mercado potencial para sus productos. Lo ideal sería contratar una empresa que elabore estos estudios; sin embargo, muchas veces no se cuentan con los recursos suficientes para financiar estos estudios. Como alternativa el emprendedor debe visitar los mercados de peces (si es que existen) para conocer cuáles son las especies acuáticas que más se comercializan, los precios, y las tendencias de consumo y oferta. Por ejemplo, es importante conocer los precios que alcanzan los productos en fechas como Semana Santa, Navidad, Año Nuevo u otras de importancia local y regional; asimismo tradicionalmente se consume más pescado durante la temporada de verano.
Por otro lado, es importante diferenciar que de muchas especies que gozan de las preferencias de los consumidores no cuentan con una tecnología de cultivo; en este sentido, podríamos preguntarnos con que especie reemplazar. Una de las ventajas es que se puede programar las cosechas, a diferencia de la pesca.
Toda esta información es importante para definir en primer lugar: la especie (s) a cultivar, la presentación del producto (fresco-entero, eviscerado, etc), los precios y las tendencias de consumo. Esto permitirá bosquejar un plan de negocios.
2. Conocer la especie a cultivar: Una vez definido la especie o especies a cultivar se debe investigar por la tecnología de cultivo: sistema de cultivo, tasa de crecimiento, alimentación, riesgo de enfermedades, etc. Al respecto se puede buscar información con otros productores, programas de extensión, centros de investigación y universidades, así como en internet.
En esta etapa, sobre la base del sistema de cultivo elegido es importante conocer las necesidades: ambientales, infraestructura, semilla, alimentos (dependiendo de la especie), recursos humanos capacitados, etc.
Esta información es muy importante debido a que nos permitirá determinar una especie de cultivo de acuerdo a la zona en la cual nos encontremos.
3. Conocer el marco legal vigente: Una vez definido la especie y sistema de cultivo se debe conocer todo el marco legal vigente que norma la acuicultura. Este marco legal nos permitirá identificar los derechos y obligaciones que tenemos en el sector. Por ejemplo, si deseamos realizar un cultivo en jaulas en un cuerpo de agua público (lago, lagunas, ríos, bahías, etc) cuales son las orientaciones de ordenamiento territorial, descargar, capacidad de carga, etc.
4. Plan de negocios: A estas alturas Ud. ya debe contar con información para elaborar un Plan de Negocios. Este documento es importante porque le permitirá determinar la inversión necesaria, y las actividades a desarrollar.