MUJERES EMPRENDEDORAS

MUJERES EMPRENDEDORAS

VALENTINA TEREHKOVA

Una mujer emprendedora es aquella que es capaz de ver una oportunidad donde no la hay. Es aquella que está dispuesta asumir los riesgos y que tenga capacidad de adaptarse a diversas circunstancias de cada momento.

Si bien cada mujer emprendedora tiene motivaciones diferentes, es posible establecer una serie de características comunes que las define. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Espíritu emprendedor
  • Formación
  • Pasión
  • Liderazgo
  • Empatía
  • Proactividad y capacidad de adaptación al cambio
  • Resiliencia

Toda mujer emprendedora nace y se hace, a través de sus habilidades innatas y del desarrollo de nuevas capacidades que adquiere con la formación continua.

La historia de hoy es sobre una mujer sorprendente que nos servirá de faro y como representante de las mujeres emprendedoras, ella es Valentina Tereshkova, la primera mujer en el espacio. Nacida el 6 de marzo de 1937 en una ciudad de Rusia.

El 16 de junio de 1963, la astronauta rusa se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio exterior. Se inauguraba así la aventura femenina en el espacio

Su nombre en ruso significa gaviota, casualmente es un ave fuerte, que tiene la capacidad de volar al ras del mar pero de elevarse a bastante altura. Coincidencia?

Su experiencia de 70 horas de vuelo y 48 vueltas a la tierra después, Valentina Tereshkova, a sus 26 años, inscribió su nombre en la historia: se había convertido en la primera mujer en visitar el espacio exterior.

Era la 6 misión del programa Vostok, en el que Tereshkova participó con el apodo Chaika, gaviota en ruso.

El programa Vostok había sido lanzado en 1961 por la URSS, cuya primera misión fue protagonizada por Yuri Gagarin, el primer astronauta en salir al espacio exterior.

Solo dos años más tarde Tereshkova fue seleccionada para el Vostok 6.  Los requerimientos incluían que fueran paracaidistas menores de 30 años de edad, tuvieran menos de 1,70 metros de altura y 70 kg de peso.

La capacitación de Valentina Tereshkova incluyó vuelos de ingravidez, pruebas de aislamiento, pruebas en centrifugador, teoría de cohetes, naves espaciales de ingeniería, 120 saltos en paracaídas y formación de pilotos en aviones de combate MiG-15UTI.

El grupo pasó varios meses en un entrenamiento intensivo, concluyendo con exámenes en noviembre de 1962, después de lo cual a las cuatro candidatas restantes se las nombró subtenientes de la Fuerza Aérea Soviética

Tereshkova fue considerada como una candidata particularmente digna, en parte debido a su origen «proletario», y porque su padre, el líder y sargento de tanques Vladímir Tereshkov, fue un héroe de guerra que murió en acción en la Guerra de Invierno que se desarrolló en Finlandia durante la Segunda Guerra Mundial.

Tras su andadura espacial, Tereshkova tuvo su primera hija e inició entonces su carrera política. Este camino la llevaría a convertirse en miembro del Soviet Supremo y del Comité Central del Partido Comunista.  Después de su misión, se le consultó qué podía hacer la Unión Soviética para agradecerle su servicio al país, y Tereshkova pidió que el gobierno buscara el lugar donde su padre había muerto en acción. Ubicado dicho sitio, el gobierno construyó un monumento.

Valentina nacida en el seno de una familia humilde y proletaria de la URSS de posguerra, hija de un tractorista y de una trabajadora de la industria textil, Tereshkova no fue a la escuela hasta los ocho años y abandonó su formación académica pocos años más tarde para trabajar en una fábrica textil completando sus estudios en una escuela nocturna.

Dos circunstancias durante su juventud marcarían su carrera aeroespacial. En primer lugar, antes de llegar a los veinte, la joven mostró un gran interés por el paracaidismo y se unió al Aeroclub local. A los 22 ya había realizado su primer salto e incluso obtuvo el título de instructora en esta especialidad. Por otro lado, en 1961 y con 24 años empezó a trabajar como secretaria para el Partido Comunista, al que terminaría adhiriéndose poco más tarde.

Ese mismo año, la URSS había lanzado el programa Vostok, cuyo primer éxito protagonizó Yuri Gagarin al convertirse en la primera persona en salir al espacio exterior. Ahora había que escoger a un candidato para otro vuelo del programa, para el que se buscaba a una mujer y aunque carecía de la formación adecuada, la agencia del espacio soviética decidió prepararla, junto con otras tres mujeres. Pero Tereshkova reunía todas las cualidades y por ello fue la seleccionada.

Así, el 16 de junio de 1963 una nave llamada Vostok 6 con Valentina Tereshkova como única tripulante fue lanzada con éxito al espacio. Comenzaba la primera andadura espacial femenina. Sin embargo, como más tarde reconocería la propia protagonista, el vuelo no fue todo lo plácido que cabía esperar. Durante los tres días de viaje, Tereshkova experimentó fuertes náuseas y jaquecas, las cuales no le impidieron mantener al día el diario de a bordo y llevar a cabo todos los detalles de la misión. Además, se había producido un error en la programación de la trayectoria y ella misma tuvo que variarla para conseguir que la nave no se alejara de la Tierra y pudiera regresar tal y como estaba previsto.

Aunque Tereshkova experimentó náuseas y malestar físico durante gran parte del vuelo, y dolor en el cuello por lo pesado del casco orbitó la Tierra 48 veces y estuvo casi tres días en el espacio. Con un solo vuelo, registró más tiempo de vuelo que la suma de todos los tiempos de todos los astronautas estadounidenses que habían volado antes de esa fecha. Tereshkova también mantuvo un registro de vuelo y tomó fotografías del horizonte, que serían utilizadas para identificar las capas de aerosol de la atmósfera.

Tras 48 vueltas a la tierra en tres días y más de 70 horas de vuelo, el 19 de junio de 1963 Tereshkova abandonaba la cápsula de vuelo y terminaba su descenso en paracaídas desde 6.000 metros de altura hasta poner los pies en Karaganda, Kazajistán. Se había convertido en una leyenda de aeronáutica espacial. Tras la misión espacial estudió ingeniería espacial, graduándose en 1969 y obteniendo el doctorado en ingeniería en 1977. Fue ascendida a General de División de la Fuerza Aérea de Rusia.
En 1997 se retiró de la fuerza aérea y del cuerpo de cosmonautas.

Valentina Tereshkova inició entonces su carrera política, que la llevó a convertirse en miembro del Soviet Supremo y del Comité Central del Partido Comunista. Sin embargo, su figura siempre será recordada por su aventura espacial en solitario. Desde entonces, muchas otras mujeres han culminado misiones en el espacio exterior, pero ninguna lo ha hecho de nuevo en solitario. Aunque estaban previstos más vuelos en los que participaran mujeres, pasaron 19 años hasta que otra mujer, Savítskaya Svetlana, viajara al espacio.

Participó en la Conferencia Mundial de la ONU con motivo del Año Internacional de la Mujer, llevada a cabo en México en 1975, y en 1982 recibió el premio Simba por su labor de promoción de las mujeres.

Debido a su prominencia desempeñó diversos cargos políticos: Tereshkova fue escogida para varias posiciones políticas: Miembro del Soviet Supremo de la Unión Soviética (1966-1974), Miembro del Comité Central del Partido Comunista (1969-1991), Miembro del Presídium del Sóviet Supremo (1974-1989), Vicepresidenta de la Federación Democrática Internacional de Mujeres, Jefa de la Unión Internacional de Cultura y Amistad de 1987 a 1991, Presidenta de la Asociación Rusa de Cooperación Internacional.

Y ninguna ha llegado a pisar la Luna, aunque la NASA ya ha anunciado que en 2024 enviará la primera mujer a nuestro satélite natural. Valentina Tereshkova siempre tuvo un deseo que nunca pudo realizar: conducir una locomotora.

Uno de sus artículos más conocidos, «Mujeres en el espacio», que exponía sus puntos de vista sobre las mujeres involucradas en actividades científicas, se publicó en la revista estadounidense conocida como Impact of Science in Society.

Tereshkova resumió sus puntos de vista sobre las mujeres y la ciencia en su artículo de 1970: «Creo que una mujer siempre debe seguir siendo mujer y nada femenino debe ser ajeno a ella. Al mismo tiempo, creo firmemente que ningún trabajo realizado por una mujer en el campo de la ciencia o la cultura o cualquier otro, por vigoroso o exigente que sea, puede entrar en conflicto con su antigua ‘misión maravillosa’: amar, ser amado y con su anhelo por la felicidad de la maternidad. Al contrario, estos dos aspectos de su vida pueden complementarse perfectamente”.

El cráter lunar Tereshkova lleva este nombre en su honor.

En 2013, Tereshkova, con 76 años, sorprendió a todos expresando su deseo de viajar a Marte, aunque el viaje fuera solo de ida.

En la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, corrió con la bandera olímpica.

Hoy esta mujer tiene 85 años con una gran historia para contar, una de las características de las mujeres emprendedoras es que aun a esta edad seguir teniendo sueños.

En adelante abra más notas sobre las mujeres emprendedoras de nuestro planeta, algunas con fines más comerciales, otras con fines más idealistas.

Nos vemos en la próxima entrega, les dejo una frase para las que se atreven llevar adelante su sueño.

“No te des por vencida, ni aun vencida!!!” (Almafuerte)

Exodica

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