EMPRENDEDURISMO Y PANDEMIA

La pandemia de coronavirus movió a hombres y mujeres en distintas partes del país a agudizar el ingenio para modificar su situación laboral y encarar negocios o microemprendimientos con la esperanza de mejorar su situación económica.
A continuación algunas de estas historias de esfuerzo y reconversión en manos emprendedoras Argentinas.
Marcela Giovannoni es una instructora de pilates rosarina de 54 años. Por la pandemia, cambió sus clases por el cultivo de cactus y suculentas junto a Pancho, su pareja.
El cultivo de cactus y suculentas era el hobby al que se entregaba en el fondo de su casa, luego de trabajar toda la semana en el gimnasio. Pero un día decidió convertirlo en su actividad principal.
Ingreso al mundo de las ferias de microemprendedores que se abre como un abanico por el centro y algunos barrios de Rosario: «La Municipalidad nos da un apoyo muy importante con los cursos y con el espacio de trabajo. Estoy en la plaza San Martín o en el río, y ahora en las ferias navideñas en la Plaza Sarmiento o en la Plaza Montenegro».
En tanto, cuatro productoras de duraznos del poblado de La Ciénaga, de la localidad jujeña de Purmamarca, vieron frustrado este año el sueño de habilitar una pequeña fábrica de mermelada a causa de la pandemia. Pero siguen adelante con el proyecto del emprendimiento.
El grupo de mujeres, de entre 50 y 66 años, se había capacitado en la fabricación de dulces a través del Institutuo Nacional de Tecnologia Agropecuaria y esperaba este año comenzar a vender el producto, en especial a los turistas, pero la pandemia lo postergó hasta el próximo año.
«El durazno se cosecha en marzo, así que no pudimos hacer nada después, solo se cosechó y se vendió a los comerciantes locales», relató la mujer. Allí cultiva, además, pera, manzana, cayote, lechuga, acelga y zapallito.
El grupo de mujeres hizo construir una cocina dentro de un salón comunitario «hasta que se haga la planta». El proyecto incluye a otras dos comunidades de Purmamarca, cuyos vecinos podrán participar con una capacitación previa «en la medida que haya demanda y se empiece a trabajar».
Estos son algunos de los ejemplos de emprendedores en época de pandemia, es necesario entender que todos podemos hacerlo, solo con entusiasmo, capacitación, arrojo y un plan claro de trabajo, podemos lograrlo.